Me han hecho esta pregunta al menos 10 veces en este fin de semana y la respuesta es bastante simple, aunque necesita un poco de explicación.
Argentina es un país con muchos contrastes, uno de los mayores es la gran diferencia de calidad de vida que existe entre las grandes ciudades y el interior del país.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que casi un tercio de la población argentina (unos 45millones de habitantes) vive entre la capital, Buenos Aires, y su provincia, Gran Buenos Aires.

Lo que la hace una de las 20 ciudades ¡más grandes del mundo!!!! Ya con esto os podéis imaginar que la criminalidad está presente, y no solo respondiendo al estado de bienestar general que pueda tener el país, si no como respuesta al conglomerado de gente que la habita y la estadística lógica que de esto se desprende.
Dicho esto, el resto del país está bastante despoblado.
La siguiente ciudad por cantidad de gente es Córdoba, y aunque aquí también la criminalidad está presente (como en casi todas las ciudades del mundo) la situación es bien distinta.

En primer lugar porque las realidades de ambas ciudades son muy distintas, mientras que Buenos Aires aglutina gente buscando un mejor porvenir, deslumbrados por el imán de las grandes ciudades, Córdoba es una ciudad que convoca estudiantes de todo el país que vienen en busca de las universidades que en ella se encuentran.
Esta diferencia, y el hecho de que Córdoba sea una provincia entre las más ricas, por recursos naturales, turísticos y de infraestructura, hace que la calidad de vida en ambos lugares sea muy distinta.
Y lo mismo pasa en otras ciudades importantes como Mendoza, Salta o Ushuaia. La calidad de vida de las ciudades y de los pueblos del interior de Argentina no se pueden comparar con la capital y sus alrededores.

Es cierto que en las últimas décadas el nivel de criminalidad ha subido, pero también es cierto que se concentra mayormente en las grandes ciudades.
Y esto no es un fenómeno criollo, cualquiera que haya pasado un tiempo en Barcelona, New York, Río de Janeiro, Roma o París, sabe que también allí la criminalidad y la violencia han subido.
Entonces, ante la pregunta ¿Es seguro viajar a Argentina? mi respuesta es muy simple
– Sí, dependiendo de a dónde vayas –
Si tu objetivo es conocer Argentina, y te has planteado ir a Buenos Aires, te diré que solo conocerás Buenos Aires y que por nada del mundo esto es un reflejo de lo que es la Argentina. Y aún así, si solo te paseas por Recoleta, Palermo o San Telmo, la visión que tendrás será muy diferente a si te recorres Villa Devoto o Matadero. La enorme diferencia de percepción de la realidad entre estos lugares está dada en la enorme diferencia de capital que poseen unos y otros. A nivel personal y a nivel de gobiernos.

En los barrios altos la criminalidad es comparable a cualquier otra ciudad grande del mundo.
En los barrios pobres se da la misma comparación o peor, ya que son mucho más populosos y estadísticamente es más la criminalidad que en ellos se presenta.
Pero si vas de viaje organizado, o no, y pasas por Buenos Aires, luego despegas para ir a ver el Perito Moreno, y de nuevo avión hasta las Catarata de Iguazú, siempre en una burbuja que te muestra los lugares preparados para acoger a los turistas y tenidos a raya de lo que pueda ser la realidad, entonces te aseguro que Argentina no es más peligrosa que Madrid, incluso menos.

Si en cambio lo tuyo es viajar al Norte argentino, pues te diré que es en su gran mayoría, un territorio amigable y tranquilo. Salta es una ciudad reconocida por su tranquilidad, puede haber algún que otro pillo, que buscan turistas desprevenidos, pero no hay índices de violencia ni de criminalidad preocupantes. Y lo mismo vale para Jujuy o Catamarca.

En el centro, Córdoba, Mendoza, San Luis... sus capitales pueden presentar algunos episodios de criminalidad, sobre todo en los suburbios, pero una vez que te internas en los pueblos, ya puedes estar tranquilo. La gente es pacifica y se conocen todos con todos, los turistas son bienvenidos y se los trata con respeto y cordialidad.
En mi caso, que vivo en Traslasierra, uno de los tres valles más turísticos de Córdoba, te diré que aún dormimos con las ventanas abiertas, que la criminalidad se reduce al robo de cosas menores, sobre todo en verano, cuando llega mucho turismo y hay mucha gente, hay que tener ojo a no dejar de noche las bicicletas sin candados, o te pueden robar una bombona en invierno, cuando hay poco trabajo y circula menos dinero, pero no hay escenas de violencia, ni problemas de criminalidad, ni nada que te haga sobresaltar si vas de noche caminando por la calle.

El sur es muy grande, y está muy despoblado, así que las realidades varían mucho entre un lugar y otro, Bariloche es una ciudad que para ser pequeña, presenta una alta tasa de criminalidad, pero en términos generales, Tierra del Fuego y Santa Cruz se encuentran entre las provincias más tranquilas junto con Río Negro.
Luego hay lugares muy puntuales en donde la criminalidad está siempre muy presente, es el caso de la ciudad santafesina de Rosario, o Trelew, en Chubut. Y esto parece responder a una histórica presencia de bandas rivales, carriles de paso de narcotráfico y mafias organizadas que hacen mucho daño a la seguridad de estas ciudades.
Aunque también es importante aclarar que una vez en el interior de Santa Fe o de Chubut, la realidad de los pequeños pueblos, es muy tranquila.

Así que viajero, si te planteas dar una vuelta por Argentina, y te preocupa tu seguridad, mi humilde opinión, de viajadora incansable por Argentina, es que no te dejes abrumar por las estadísticas que presentan a mi país como uno de los 20 lugares con mayor tasa de criminalidad, la estadística es real, pero está hecha sobre una parte de la población concentrada en una parte del territorio, no es aplicable a la realidad de la Argentina en su totalidad.
Te puedo asegurar que encontrarás oasis de paz y tranquilidad en casi todos los rincones que conozcas fuera de la capital y de alguna que otra ciudad puntual. Los centros de casi todas las grandes ciudades están muy cuidados y vigilados y la vida es tranquila.

Los pequeños poblados son aún un lugar donde descansar de las preocupaciones modernas y valen la pena ser recorridos sin temores, con confianza y con relax.
Eso sí, pillos hay en todas partes, así que tampoco es cuestión de andar como los corderos. Precauciones lógicas que tendrías en cualquier lugar del mundo y ¡a disfrutar!